Las pautas generales que se sugieren a continuación se exponen a nivel informativo con la única intención de dar algunas orientaciones. En ningún caso pueden sustituir las directrices que le haya podido dar su especialista. Consulte al profesional cuando las conductas presentan unos niveles excesivos en cuanto magnitud, frecuencia o perseverancia en el tiempo.
** Pautas a seguir / Jarraitu beharreko argibideak:
-LÍMITES / MUGAK: Son fundamentales. Atrévase a poner límites a sus demandas. Si no lo hace a edades tempranas luego será mucho más difícil establecerlos. Intente explicarle su punto de vista de forma calmada y adecuándola a la edad del niño. No utilice el tono imperativo ni los gritos. Hágale saber más bien que está triste por su comportamiento, que está decepcionado, pero manténgase firme en su posición. Es necesario establecer, desde la primera infancia unos hábitos adecuados en alimentación, ritmos de sueño, etc... Son los propios padres los que han de marcar sus propios límites y normas en función de la edad del niño y sus valores educativos. Poner límites no debe plantearse como un trabajo coercitivo con el niño, sino como un juego de equilibrios, en el que el niño va a aprender el sentido de dar y recibir, al tiempo que va interiorizando una serie de pautas y valores que le servirán más adelante como referentes.
- CLARIDAD / ARGITASUNA: Sea claro en las instrucciones. Si queremos establecer límites, el niño debe saber exactamente qué le pedimos. Si le decimos "pórtate bien" esto puede suponer diferentes cosas en diferentes situaciones. Es más eficaz concretar la demanda en una situación concreta. Por ejemplo en una situación de paseo por la calle le diremos "no cruces hasta que esté el semáforo verde", en la casa en situación de juego "no tires los juguetes".
-COMPLICIDAD / KOMPLIZITATEA: Cuando se establecen unos límites o normas, estos deben ser respetados por todos los miembros de la familia. Padres, hermanos o abuelos deben actuar de igual modo ante las conductas problema del niño. Si sólo es el padre o la madre la que exige ciertos requisitos al niño, el avance es mucho mas complicado sino imposible.
-Debemos siempre desaprobar las conductas (morder, desobedecer, gritar....)
nunca al niño (eres un desastre, eres muy malo, eres...).
-ELECCIÓN / AUKERAKETA: Que elija él. A la hora de darle instrucciones podemos
minimizar la probabilidad de desobediencia si proporcionamos al niño varias
opciones para que él elija. Por ejemplo en lugar de decirle sólo: "recoge
los juguetes", podemos añadir: "mamá va a ayudarte a recoger los
juguetes, ¿dime cuales prefieres guardar tu? Al niño se le recuerda que la
responsabilidad de guardar los juguetes es suya, pero, a la vez, tiene cierta
sensación de control sobre la situación y tolera mejor la demanda del adulto.
Una vez establecido el hábito de recoger probablemente lo haga sin demasiadas
quejas y ayudas.
-EXPLICACIÓN / AZALPENA: Acompañe la demanda con una explicación. Si damos una explicación a una instrucción dada podemos ayudar a que interioricen valores de conducta. Por ejemplo podemos decirle: "si pegas a tu hermanito se pondrá triste y no querrá jugar más contigo". Se trata de que entienda que nuestra demanda no es por capricho o por llevarle la contraria, sino por que tiene unos efectos molestos sobre nosotros u otras personas y que esto comporta consecuencias.
-ALTERNATIVA / ALTERNATIBA: Una alternativa cuando tengamos que decir NO. Cuando
tengamos que pronunciar un NO es importante minimizar su efecto con una
alternativa: "NO te puedo comprar una pasta antes de comer, pero sí te
daré después el helado que te gusta".
-FLEXIBILIDAD/ MALGUTASUNA: Debemos crear limites y normas pero a la vez hay
que saber ser flexibles en situaciones especiales a valorar por los padres. Los
niños crecen y los problemas y sus circunstancias cambian. Debemos estar
abiertos a revisar y modificar el sistema de contingencias cuando sea
necesario. Una rigidez extrema en la configuración del sistema y sus normas es
la mejor invitación a su incumplimiento.
-COHERENCIA / KOHERENTZIA: Tiene que haber coherencia entre lo que se le exige
al niño y lo que él observa en su entorno más inmediato. No podemos pedirle
obediencia y respeto hacia la madre a un niño que vive en un entorno de
menosprecio o maltrato familiar.
-CONTROL / KONTROL: Controle sus emociones. Cuando estalla el problema.
Cuando su hijo ha repetido la conducta que no deseamos, cuando nos llaman del
colegio, cuando todo parece hundirse................tómese un tiempo antes de
responder. Sabemos que es complicado y que si no se lanza un grito algo parece
romperse en nuestras entrañas. Es fundamental el control de las emociones.
Nuestro objetivo es educar al niño. Si somos demasiado emocionales no estamos
en condiciones de ofrecer el mejor modelo de nosotros mismos. Proporciónese un
tiempo de respiro, retire la atención al niño de la forma que permitan las
circunstancias, hágale saber inmediatamente su disgusto y luego en frío analice
la situación y tome las decisiones oportunas. No razone en caliente. Ni usted
ni su hijo están entonces en las mejores condiciones.
-No caiga en la trampa de enzarzarse en un diálogo de recriminaciones con su
hijo. Es la mejor forma de acabar estableciendo un tipo de relación conflictiva
o coercitiva que no le va a llevar a ninguna parte. Esto no quiere decir que la
mala conducta no deba tener sus consecuencias para el niño, sino que éstas
deben ser pensadas en frío aunque aplicadas lo antes posible para que sean
efectivas.
-CONSTANCIA / KONSTANTZIA: Es básico ser constante en la aplicación de
cualquier estrategia que quiera modificar o establecer conductas. No se
desanime a la primera de cambio. Suele ocurrir que cuando se aplican límites o
normas por primera vez se produzca una reacción negativa. Esto es especialmente
notable en aquellos casos en los que el niño percibe que se le van a retirar
ciertos privilegios. Ello puede provocar, de inicio, un aumento de la
frecuencia y magnitud de los episodios problemáticos que luego, en la mayoría
de casos, remiten y se corrigen.
Y SI TODO FALLA... / ETA DENAK HUTSEGITEN BAD... Hemos dicho ya que cada niño es un mundo y cada
conducta problemática es fruto de multiplicidad de factores externos e
internos. Cuando el comportamiento se hace incontrolable, pese a la dedicación
y esfuerzo de los padres o tutores, busque ayuda en algún profesional de la
salud infantil (psicólogo infantil, pediatra...). El peor aliado es dejar pasar
el tiempo sin actuar.
En la base de muchas conductas disruptivas se esconden causas emocionales.
En esta página se habla de los problemas de vinculación y como trabajarlos para
minimizar sus manifestaciones: Trabajando el vínculo afectivo
con nuestros hijos.